La historia de este hotel transcurre en un espacio antaño dedicado a la destilación y almacenaje del tradicional anís La Cebra.
una época que no entiende de prisas urbanas o de tecnología, pero si del gusto por las cosas bien hechas. Fiel a ese espiritu, conservado en su estructura elementos originales de casi un siglo de antigüedad e incorporado materiales tradicionales como el recovo, la madera, la forja y la cerámica...